YA NO TE NECESITO

Por José Luis Mecatl

ARTHUR MILLER

(1951 – 1966)

(Nueva York, 1915 – Connecticut, 2005)

Considerado como uno de los más grandes dramaturgos del siglo XX, Arthur Miller siempre se mostró como un crítico informado acerca de la sociedad estadounidense y de su gobierno; inicialmente simpatizante del marxismo, del que después renegó, formó parte de grupos de artistas e intelectuales antifascistas, llegando a ser acusado de comunista y llevado a declarar ante el congreso sobre dichas acusaciones por el senador Joseph McCarthy. Mayormente reconocido por sus obras teatrales, entre las cuales figuran algunas que se consideran emblemáticas como La muerte de un viajante (1949) o Las Brujas de Salem (1953), ganador en dos ocasiones del Premio Pulitzer (1949 y 1955) y el Príncipe de Asturias (2002), no obstante, él mismo declararía que disfrutaba más escribir relatos; así en el libro que en esta ocasión comentamos, señala que “…, en comparación con la creación de obras teatrales, escribir relatos es indudablemente mas placentero, si se relaciona este término con algo que uno lleva a cabo ante todo por el puro gusto de hacerlo.” Y más adelante nos confirma que “…, es en el cuento donde experimento cierta relación con el lector, con los desconocidos. Escribir teatro conlleva algo de agresividad; si existe una forma literaria amigable y familiar, es la del relato.”      

Así, Ya no te necesito, es un conjunto de diez narraciones cortas que el autor escribió en un lapso de quince años; en este caso, las historias se distancian de esa tesitura crítica que caracterizaron sus obras de teatro; se trata de narraciones en las que el autor demuestra una gran capacidad, cuasi sicoanalítica, al adentrarse en los sentimientos más profundos que nos llevan a reconocer en cada uno de los personajes que dan vida a las narraciones, como hombres y mujeres de carne y hueso, personas muy reales que sufren y deben lidiar, cada cual, con “sus propios monstruos”.

En el primer relato, el que le da nombre al libro, Martín, un pequeño de cinco años, miembro de una familia judía, por su edad, ni siquiera había empezado a tomar lecciones de hebreo; mientras que su hermano, Ben, apenas un poco mayor, ya participaba activamente en esas diversas fiestas judías en las que todo mundo lucía sus mejores galas; así que Martín se envuelve en un alocado frenesí por tratar de hacer algo que sorprenda a todos y lo reconozcan como alguien mayor, al tiempo que protege a su familia de un secreto que, de conocerse, podría causarles un gran daño.   

En Monte Sant’Angelo, Apello, un norteamericano con raíces italianas, acude en compañía de un amigo, Bernstein, a buscar a una vieja tía, a la que no conoce, y de quien únicamente tiene referencias, todo como parte de un recorrido por varias localidades de Italia, para recuperar pistas de sus ancestros; propósito que, desde la perspectiva de Bernstein, no tiene mucho sentido y para ese momento le resulta más bien molesto; hasta que, discutiendo el tema con Apello, éste lo interpela: ¿Es que no sientes nada por tus antepasados? ¿No te gustaría volver a Austria o a cualquiera que sea tu lugar de procedencia y ver dónde vivieron tus ancestros? 

Una pareja que regresa de la playa al atardecer se cruza de pronto con un grupo de pescadores que se encuentra organizando los pescados atrapados durante la jornada; al acercarse, se percatan de que en ese momento están sacando una red del agua y aún puede verse una gran cantidad de pescados en movimiento; la mujer inmediatamente se inquieta; no soporta la idea de que esos pescados, aun vivos, de alguna manera, habrán de morir; historia que se narra en No mates nada, por favor.

En Vislumbre de un jockey, el protagonista se entera de manera accidental que quizá pueda ubicar a su padre, quien lo abandonó cuando tenía un año de edad y a quien nunca conoció; al localizar al hombre, un pintor de brocha gorda, se propone a hacer algo por él, “Lo que fuese. Estaba dispuesto a sacrificar mi vida por él. Al fin y al cabo, ¿quién conoce la situación? Tal vez mi madre lo echó de la casa. ¿Quién sabe cómo fueron las cosas en realidad?”

Cleota, es “… una mujer de cuarenta y nueve años, alta y delgada, de buena raza,…”, esposa, por cerca de treinta años de Stowey Rummel, un arquitecto, mediada la cincuentena, que goza de fama internacional; a fines de diciembre, Stowey decide inspeccionar personalmente una muestra de sus diseños arquitectónicos, saliendo de casa un día después de año nuevo, lo que lo alejaría de ahí por una corta temporada; en algún momento de la espera, Cleota recibe a un grupo de amigos con quienes al calor y la intimidad que proporciona el consumo de alcohol, registra con ellos un intercambio de vivencias y emociones, solo para darse cuenta, en La Profecía,  de lo infeliz que era.

En La fama, un escritor, se enfrenta a las angustias que le provoca el verse convertido en el Rey de Broadway, un millonario cuyas obras se representan en cinco países. Verse convertido en un personaje tan conocido lo ubica en una situación de compleja soledad, además, no tiene esposa, nunca se había casado: “…, en ese momento, ¿cómo sabría jamás si una mujer lo miraba a él o al <<Meyer Berkowtiz>> a todo color de la portada de la revista?”

A su vez, en La noche del ajustador, Tony Calabrese, una especie de herrero de primera clase, es encargado de atender un asunto muy urgente, un raíl doblado accidentalmente obstruye la salida de un barco que debe incorporase a un convoy en un plazo perentorio; Tony es la persona adecuada para realizar el trabajo, pero debe llevarse a cabo en ese momento, media noche de invierno, y el agua en el mar se encuentra semicongelada, el riesgo es enorme y una caída puede ser fatal.

Un actor de Broadway va tomando consciencia de lo rutinario que se ha vuelto el desempeño de su profesión, todo le sabe igual; nunca se ha casado y añora la esposa y los hijos que nunca ha tenido; su padre se encuentra recluido en una residencia de ancianos, a pesar de que no es muchos años más que el viejo en el que él se está convirtiendo; al visitarlo, después de un diálogo, un tanto incoherente, se ve obligado a reconocer que su padre, a diferencia de él, es “… un hombre que por lo menos no se había resignado a esta clase de habitación y a esta clase de vida.” Todavía era un hombre en La búsqueda de un futuro.

Mención especial merece el relato Los inadaptados; publicado en Squire en 1957, como The Misfits, constituyó la base de lo que posteriormente se convertiría en guión de una película de 1961 con el mismo nombre, protagonizada por Marilyn Monroe, entonces esposa de Arthur Miller, y Clark Gable, evento que le otorga mayor singularidad. Sin dejar de señalar, importantes diferencias entre uno y otro texto, en el escrito de 1957, se narra la historia de tres hombres asociados para realizar la captura de caballos de la raza Mustang, en las zonas desérticas de Nevada, cuya carne se ocupará en la elaboración de alimento para perros y gatos; Gay, el mayor, es un hombre casado, con dos hijos, quien dejó a su mujer debido a un acto de infidelidad de parte de ella; Perce, es un joven domador de potros y habitual participante en los rodeos que se organizan en la región; Guido, a su vez, piloto de un avioneta que es utilizada para arrear los caballos hasta un punto donde puedan ser atrapados; se trata así, de la historia de tres personajes marginales en el contexto de la sociedad estadounidense, que buscan la manera de hacerse de algunos dólares y en donde Roslyn, una bella mujer, educada y con ciertos recursos económicos, constituye el objeto del deseo entre Gay y Perce.   

Ya no te necesito, es un libro que debe leerse con calma, en virtud de la compleja construcción que logra el autor, acerca del carácter sicológico de los personajes que dan vida a sus historias; es un reto por demás interesante para acercarse a un autor de la mayor importancia.

Así que, ¡te invito a leer!

José Luis Mecatl Morales

20 de febrero de 2023