No siempre se gana todo, no siempre se pierde en lo absoluto.
Por el Dr. René Salas Morales
Todos los días tenemos desde notas periodísticas hasta publicaciones con algún contenido político, más si se trata de decisiones trascendentales para el presente y futuro de nuestro país, pero ¿alguien en realidad nos dice con claridad qué es el quehacer político?. ¿Alguien nos da información sin sesgos de intereses propios?. Hoy las redes estas llenas: de un lado “ganamos y no paso” y del otro lado, “traicionaron a México irán derecho al basurero de la historia.” ¿Y los ciudadanos cuando?, ¿y la gente de a pie en qué momento?.
Todo lo anterior nos lleva a hacer varios cuestionamientos y reflexionar sobre el tema, y la pregunta obligada sería la siguiente:
¿Qué es la política moderna?
Desde la perspectiva ftemal, podríamos decir que la política moderna incluyó la concepción “medios – fines” creando las bases para el capitalismo a partir del siglo XVIII. Es así que la política se constituyó en un instrumento válido para todos los sectores sociales que participen en la “cosa pública” y para la construcción del Estado Moderno.
Pero ¿qué pasa en realidad en nuestro país?. ¿Qué pasa con los Diputados Federales, que siguen sin conectar con el interés ciudadano?, ¿qué sucede con los legisladores, que no logran ser empáticos con el interés, más allá de intereses de votar en contra de lo que plantea el ejecutivo federal?.
¿No sería mejor que se realizaran foros de discusión abiertos? ¿No sería mejor que la propia ciudadanía se apoderara de este tipo de decisiones, tan importantes en el futuro inmediato de nuestro país?. ¿Quien en realidad entiende, sin tener cierto conocimiento legislativo, que se requería de una mayoría calificada para lograr las reformas que determinan la política en materia de Energía?. Tema no menor, que sus alcances, en la mayoría de los casos, el ciudadano de a pie no logra entender. Pocos académicos o expertos en los temas se dieron a la tarea de explicar, con palabras comunes, cuáles eran los retos y la perspectiva de la Reforma Eléctrica en México.
¿En qué consistía la reforma eléctrica de AMLO?
La reforma buscaba modificar los artículos 25, 27 y 28 de la Constitución, además de agregar una serie de artículos transitorios. El objetivo es derogar la reforma energética de 2013, propuesta por el expresidente Enrique Peña Nieto.
Desde la visión del Presidente López Obrador, la ley de hace nueve años no beneficia al país ni a los mexicanos, pues otorga mayores beneficios a las empresas particulares y extranjeras.
Por este motivo, el Gobierno Federal propuso la iniciativa de reforma eléctrica, la cual tenía como objetivo principal favorecer a las plantas estatales de generación eléctrica para ser autosuficientes y, a la vez, recortar las ventas de energía de proyectos privados que provienen del extranjero, es decir, las energías limpias se verían limitadas al intentar despachar luz eléctrica al país.
Así como otro de los puntos de mayor trascendencia que contemplaba que la secretaria de Energía, Rocío Nahle, ha reiterado en diversas ocasiones que, si se aprueba esta reforma, el Centro Nacional de Control Energía quedará bajo control de la Comisión Federal de Electricidad (CFE). En otras palabras, pasaría a ser un organismo del estado con personalidad jurídica y patrimonio propio.
Con esto se proponía que la CFE tendría a su cargo la responsabilidad del sistema eléctrico nacional.
A su vez la oposición argumentaba que dicha propuesta tenia elementos violatorios y que no beneficiarían en nada; Coparmex, por su parte, agregó que se requiere visión de largo plazo para tener una Comisión Federal de Electricidad fortalecida, un país con energías limpias, donde se respete el Estado de Derecho, se mejore el servicio a la sociedad, se respeten los acuerdos internacionales, se fomente la inversión para así contar con suficiente energía para el crecimiento que requiere el país, pero, en realidad, le preocupa que las tarifas a empresas se eleven y tengan que pagar tarifas justas con base a su consumo real, sin beneficios económicos.
Los argumentos de ambos lados se escuchan convincentes, pero ninguno de los actores políticos fue capaz de conciliar propuestas, ninguno de los bloques resalto la verdadera finalidad de la política, como el arte de consensar, el arte de gobernar para todas y todos. Queda la tarea palpable de generar dialogo y acuerdos por encima de todo interés, por encima de todos los colores. Urge ya un trabajo legislativo sin filias y sin fobias; a las amas de casa, a los profesionistas, a los estudiantes, a los emprendedores, a los comerciantes, lo que realmente nos importa es que el dinero nos alcance para tener una vida digna y suficiente para desarrollarnos en lo que cada uno decida.
Urge gasolina a precio razonable, urgen energías limpias amigables con el medio ambiente, urge que los legisladores se sienten a trabajar por y para el bien de todos, urge que los actores políticos se quiten el color de su mente y sean propositivos; no se trata de decir no por qué no, sin proponer alternativas viables y posibles sin etiquetas y sin rencor político.
México somos todos, urge un México Con Educación y con Justicia.
Por el Dr. René Salas Morales