VIVIENDO LA TERCERA EDAD: ¿ES MEJOR EN CASA?
Las personas de la tercera edad, o adultos mayores, prefieren, en su mayoría, cursar esa etapa de su vida en su propia casa, y rodeados, en la medida de lo posible, de sus pertenencias y su familia.
Esto no es solo una cuestión de deseos o preferencias personales. Según la OMS, el lugar en el que se envejece genera un impacto, de manera por demás importante, en la salud emocional y física de la persona. El cursar esa etapa de la vida en su propio hogar, genera confianza y fortalece la autonomía e independencia de la persona.
Para estar acordes a esta realidad, los gobiernos de numerosos países han venido modificando y rediseñando todo aquello que tenga que ver con los servicios y sistemas de atención a los adultos mayores, tratando con ello de fomentar el uso de servicios de apoyo en el domicilio, ya sea por familiares o por profesionales, en el afán de coadyuvar a la realización de sus actividades diarias, cuyo objeto es brindarles el nivel máximo de autonomía, durante el mayor tiempo posible.
Actualmente, el mundo, y, por consiguiente, nuestro país, experimenta un aumento de la esperanza de vida, derivado de los muchos avances científicos y tecnológicos al servicio de la salud. Esto provoca que cada día, más personas, superen los 65 años de edad y disfruten de buena salud física y mental en la tercera edad.
El simple hecho de que el adulto mayor se adapte o no al proceso de envejecimiento, depende en mucho de la personalidad que haya desarrollado durante las etapas anteriores de su vida. Sin embargo, los familiares y cuidadores pueden ayudar a las personas mayores a adaptarse a los cambios de la vejez.
Los hábitos y el comportamiento de las personas adultas mayores van cambiando y es importante que las personas a su alrededor sepan afrontar estos desafíos. Lo principal es no juzgarlos y recordar siempre que no existe una culpa por llegar a esa edad. No se trata de cuidarlos como si fueran niños.
Recordemos que la entrada a cualquier etapa de la vida conlleva cambios de comportamiento. Y en el caso de los adultos mayores, se trata de la adaptación a la vejez. Aquí, las capacidades del mayor van disminuyendo poco a poco debido a varios factores, tanto físicos, psicológicos y sociales.
Es necesario, importante, ayudar a los adultos mayores a sentirse parte plena de la sociedad, a saberse útiles y a sentirse a gusto con ellos mismos.
Todos tenemos un compromiso con el envejecimiento, este influye a nuestro futuro directamente. Recordemos que todos, absolutamente todos, seremos, en su momento, adultos mayores.
Nos leemos la siguiente semana.