LAS EDADES DE LULÚ

Por José Luis Mecatl Morales

(1989)

ALMUDENA GRANDES

(Madrid, 7 de mayo de 1960 – Madrid, 27 de noviembre de 2021)

En esta que fue su primera novela, cuya primera edición data de 1989, Almudena Grandes aborda un tema muy complejo aún hoy día, más para la España de aquellos años y de ahí el impacto social en los países en que se publicó en esa época.

La historia, narrada desde la perspectiva de Lulú, quien en ese momento tiene treinta años de edad, inicia cuando ella, una joven estudiante, tenía quince, y Pablo, profesor universitario, veintisiete. Es verdad, Lulú nos va platicando la forma en que inician su relación y los distintos matices que van marcando su devenir, nos habla de sus fantasías con Pablo, pero sobre todo nos revela sus propias fantasías y las formas en que va logrando hacerlas realidad, aunque él no esté presente; con detalles pormenorizados nos deja ver como son sus encuentros sexuales ocasionales con los que va dando cauce a sus inquietudes ante la intermitencia de la presencia de Pablo; la capacidad descriptiva es tal que de pronto pareciera que estamos viendo algunas escenas de la película que en 1990 llevaría a la pantalla Bigas Luna.   

Aunque iniciada en ese mundo de fantasías por Pablo, Lulú va construyendo su propio camino y  poco a poco se va adentrando cada vez más de lleno en los vericuetos de un sendero lleno de riesgos y peligros, hasta caer, según la propia Almudena, “… en el centro del lumpen gay.” Es en la construcción de las vivencias  de la protagonista y en el ambiente social en las que se lleva a cabo, en que radica la complejidad del tema. Estamos ante un texto en que la centralidad del argumento gira en torno a la manifestación de la sexualidad de Lulú, a sus experiencias, pero sobre todo, como ya lo dejamos ver, a sus fantasías, que lo son de una mujer en la que, intuyo, pueden verse muchas mujeres; esto aún en nuestros días conlleva riesgos muy importantes, porque la sexualidad masculina no se ha enfrentado históricamente a cuestionamientos sociales de fondo, sin embargo, cuando se habla de la sexualidad de las mujeres, nos resulta, como sociedad, al menos, sospechosa; como lo expresa de manera magistral la autora: “… los hombres pueden llegar a obedecer impulsos sexuales de naturaleza criminal, brutal, inhumana, pero nunca, hasta donde yo sé, la sexualidad masculina se ha considerado impropia de sí misma, ni siquiera en el ámbito de la cultura homosexual. Sin embargo, cualquier posición femenina heterodoxa frente a una nebulosa ortodoxia que tampoco se ha formulado jamás con precisión –más allá de la penetración es en sí misma una práctica sospechosa–, no merece siquiera el consuelo de la incorrección política. Es, directamente, impropia, falsa, imposible, y por tanto, para abreviar, porque parece que los matices molestan, masculina.”

De ahí, me parece, la enorme importancia y actualidad de la novela; en las Edades de Lulú (ganadora del XI Premio La Sonrisa Vertical), Almudena Grandes le da voz a La Mujer, que a través de la protagonista desempeña un papel principalísimo en el proceso de construcción de una sexualidad que se pretende, y lo es, propiamente femenina.

José Luis Mecatl Morales

5 de noviembre, de 2021