EL DRAGÓN DE SHANGHAI
Por José Luis Mecatl
(2015)
QIU XIAOLONG
(Shanghai, 1953)
Qiu Xiaolong nació en Shanghai en 1953, vivió en carne propia la experiencia de la Revolución Cultural china (1966-1976), siendo testigo de represalias hacia su padre por parte de los Guardias Rojos; en 1976 logró entrar a la universidad en donde estudió literatura anglo americana; más tarde se trasladó a los Estados Unidos donde continuó estudiando; ahí lo sorprendieron los acontecimientos de la Plaza de Tiananmen (4 de junio de 1989), manifestando su simpatía por el movimiento democrático contrario al gobierno chino, lo que le impidió volver a su país; en 1994 ingresó a Washington University como profesor de literatura; ha sido traductor de autores como J. Conrad, J. Joyce, W. Faulkner, entre otros; ha sido autor de varias novelas, entre las que destaca Muerte de una heroína roja, primer título de una serie, que hasta donde conozco, va en el número once, protagonizada por el inspector Chen Cao, la cual, ha sido traducida a varios idiomas; es considerado como uno de los autores más importantes en el género de la llamada nueva novela negra.
El dragón de Shanghai, es el título nueve de la serie antes mencionada; la historia que nos narra, inicia con la impactante noticia de que el reconocido titular de la brigada de casos especiales del Departamento de Policía de Shanghai, el jefe Chen Cao, ha sido destituido y se le ha asignado un aparente ascenso, pero que los enterados, entre ellos el propio jefe Chen, reconocen como una estrategia del gobierno para deshacerse de alguien que puede resultarles incomodo; ante esta situación el jefe Chen, intuye que alguno de los muchos asuntos importantes que han llegado hasta él puede ser de especial interés para cierto alto mando del partido y que, por razón que desconoce, se ha decido sacarlo de la investigación.
Sin embargo, su perspicacia y la experiencia que le han dado los años al frente de la brigada de casos especiales, lo llevan a sospechar que puede haber algo más que sólo el interés de sacarlo de los temas que estaban a su cargo; la cuestión es qué “tan fuera” lo querían. Ante ese cuestionamiento, cae en la sospecha de que su seguridad y, aún su vida, pudieran estar en peligro; inicia entonces una investigación a efecto de identificar por cuál de los asuntos especiales que tenía sobre su escritorio pudieron haberlo dado de baja.
Muy pronto se da cuenta que en torno suyo comienzan a sucederse eventos inesperados y, aparentemente, inconexos, pero apuntando, de una u otra manera, a hacerle daño y, en los que personas cercanas a él resultan lastimadas; decide entonces articular una estrategia que, al tiempo que le permita llevar a cabo su investigación, impida ser fácilmente ubicable; así, la historia, ambientada en los años noventa, transcurre en un constante ir y venir del protagonista entre la moderna Shanghai y la antigua ciudad de Suzhou; en ese ajetreo, la narrativa nos va descubriendo a un jefe Chen, quien no obstante haber dedicado su vida profesional a la investigación policiaca y de haber ganado a pulso un importante prestigio en el desempeño de la actividad, resulta ser un conocedor de la ópera tradicional de la antigua ciudad de Suzhou, reconocido traductor de literatura occidental y gran conocedor de la poesía tradicional china, lo que nos lleva a encontrar un texto constantemente “salpicado” de referencias, bien enteradas, sobre estas artes.
No obstante lo anterior, la novela está lejos de ser pretenciosamente intelectualista; más bien, las referencias mencionadas, permiten conocer a un personaje por demás interesante, que sin dejar de lado sus pretensiones intelectuales y académicas, resulta ser un gran investigador policiaco, lo que incluye ser, en gran medida un buen conocedor de la vida política de la China del momento, toda vez que, en su actividad, cada paso que se da puede tener connotaciones políticas.
En el trayecto, el ex jefe Chen se encuentra con varios casos no resueltos y cualquiera de ellos pudiera estar conectado con intereses de altos mandos del partido, por lo cual habría el propósito de acallar cualquier evidencia que pudiera hacerlo público: el surgimiento en el río de una gran cantidad de cerdos muertos; la desaparición intempestiva de un funcionario de alto nivel; la extraña muerte de un industrial norteamericano; entre otros eventos, parecieran tener como común denominador actos de corrupción involucrando a funcionarios de muy altos vuelos y, aparentemente, todos lo llevan hasta él; esto es a lo que el protagonista se enfrenta, la necesidad de resolver el caso más difícil de su vida profesional, toda vez que en ello va la posibilidad de mantenerse con vida.
El dragón de Shanghai, lectura muy agradable que te mantiene alerta, pendiente de cada paso que da el ex jefe Chen y que antoja la posibilidad de conocer otros libros del estupendo novelista que resulta ser su autor.
Espero haber suscitado tu interés, si es así, entonces, ¡te invito a leer!
Texto de referencia: Qiu Xiaolong, El dragón de Shanghai, Colección Andanzas, Tusquets Editores, México, 2016.
José Luis Mecatl Morales
10 de julio de 2023