“CANCIONES PARA EL INCENDIO”
Por José Luis Mecatl
(2018)
JUAN GABRIEL VÁSQUEZ
(Bogotá, 1973)
Juan Gabriel Vásquez V. (Bogotá, 1973) es considerado el autor colombiano más publicado fuera de su país, solo después de Gabriel García Márquez; ha sido traducido en 28 idiomas; ha obtenido una gran cantidad de premios; además de novela, cuento y ensayo, géneros en los cuales es muy reconocido, ha destacado también, como periodista y traductor; ha sido columnista en diversos diarios tanto en Colombia como en el extranjero y realizó, además, un doctorado en Literatura Latinoamericana.
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Canciones para el incendio, es una selección de nueve cuentos, de distinta extensión pero todos ellos de excelente factura, donde el común denominador es el trasfondo de la constante violencia que se instaló en Colombia desde la década de los veinte y hasta entrados los sesenta, por la confrontación entre liberales y conservadores, que derivaron en confrontaciones armadas extremadamente sangrientas, con un gran costo para la población civil por su real o pretendida filiación política; y, más tarde, en la época del narcoterrorismo, que va de mediados de los ochenta hasta mediados de los noventa, con la fuerte presencia del afamado líder narcotraficante Pablo Escobar.
Así, los personajes de estos relatos, en menor o mayor medida, aparecen marcados por esa violencia, a veces declarada a veces soterrada, pero siempre presente; relatos de recuerdos, donde de pronto una fotógrafa después de veinte años, descubre algo que quizá hubiera preferido no descubrir; o aquel que acude a la memoria de un joven escritor, que lo es gracias a que se salvó de ir a la guerra de Corea, porque en el sorteo le toco la mala suerte a quien era su mejor amigo; o la del hombre que también se salva de ir a Corea, merced a que el autobús en el que viajaba se accidenta y él tiene la oportunidad de escapar, solo para después verse envuelto en consecuencias derivadas de sus experiencias, entre las cuales se encuentra el ser considerado casi como un héroe, a pesar de ser un desertor; o bien, aquella historia donde un piloto de helicópteros le narra a un contertulio ocasional, como debió visitar a la esposa de su mejor amigo, y también compañero de profesión, para darle la noticia de su trágica muerte; el relato en el que el autor nos narra la extraña desaparición de uno de sus personajes, dejando a la libre imaginación de familiares y amigos, las verdaderas razones de su ausencia; particularmente, llama la atención de los sentimientos que le genera al protagonista de otra de las historias, el tangencial contacto con el afamado y polémico director de cine Roman Polanski, al recordar la muerte de quien fuera la esposa de éste, la actriz Sharon Tate, a manos de un grupo de fanáticos liderados por Charles Manson, ocurrido el 19 de agosto de 1969, en el barrio de Hollywood, de la ciudad de Los Angeles, en Estados Unidos; asimismo, nos habla de la manera en que la violencia que rodea el barrio en el que viven un grupo de muchachos, se va instalando en su convivencia cotidiana, con las consecuencias previsibles del caso; y, más adelante, el recorrido que el narrador acepta realizar por diversas ciudades de España, acompañando a Los hermanos Márquez, una banda de corridos mexicanos, en donde el cantante habrá de cantar su último corrido y pasar la estafeta a quien habrá de sustituirlo.
Mención aparte, amerita el último cuento de la colección, mismo que da nombre al libro, Canciones para el incendio; el propio autor señala “Esta es la historia más triste que he conocido jamás,… En realidad, no es una historia, sino varias; o una historia con varios comienzos, por lo menos, aunque sólo tenga un final” Y si, es una historia verdaderamente triste, habla de una pequeña niña, que de manera imprevista llega de Europa y se presenta ante los que resultan ser sus abuelos, quienes viven en una finca rural de Colombia, y que al crecer se convierte en una audaz periodista liberal, quien resulta embarazada, decidiendo hacerse cargo ella misma de su embarazo y del hijo que de ello resulta; sin embargo, los conflictos políticos y la violencia generada, habrán de llevarla a un muy trágico fin; tragedia que no termina con su muerte, pero que da pie a un homenaje por parte de un autor anónimo, homenaje que vierte en un libro: “Y publica el libro, acaso por su propia cuenta, y deja que se pudra en un sótano de una imprenta porque sólo le interesa que el libro exista, porque éste es el único consuelo que tenemos nosotros, los hijos de este país incendiado, condenados como estamos a recordar y averiguar y lamentar, y luego a componer canciones para el incendio.”
¡Si te gustan el cuento y las buenas historias, entonces…!
¡Te invito a leer!
José Luis Mecatl Morales
27 de noviembre, 2022