Texcaltitlán, la justicia en manos de la población Mexiquense
Por Omar Sánchez
El municipio de Texcaltitlán, Estado de México, se convirtió en el escenario de un violento enfrentamiento entre los habitantes locales y un grupo presuntamente vinculado a la delincuencia organizada. La Secretaría de Seguridad Estatal informó que el incidente dejó un saldo devastador de 14 personas fallecidas. Según el comunicado oficial, entre las víctimas se encontraban 11 supuestos delincuentes, miembros de la Familia Michoacana, una organización criminal conocida por sus actividades en el tráfico de drogas, secuestro y extorsión. Los otros tres fallecidos, según las autoridades, eran vecinos de la comunidad que se vieron atrapados en el violento enfrentamiento.
El conflicto surgió cuando los delincuentes llegaron a una localidad campesina de Texcaltitlán para exigir una extorsión conocida como «derecho de piso». Los habitantes, ante la amenaza, se organizaron para enfrentar a este grupo criminal, desencadenando un violento enfrentamiento que dejó un rastro de caos y muerte. Un video difundido en redes sociales capturó el momento previo al enfrentamiento, donde alrededor de cincuenta pobladores se congregaron en un campo deportivo para confrontar a los delincuentes, quienes estaban armados con rifles de asalto. Las ráfagas de disparos se escucharon, y la escena se volvió caótica, con personas cayendo y los pobladores respondiendo con violencia física contra los criminales.
Las autoridades, tras el enfrentamiento, desplegaron agentes de la policía estatal, la Guardia Nacional y de la fiscalía local para mantener el control en la zona. El gobierno de Ecatepec hizo un llamado urgente a los tres niveles de gobierno para brindar ayuda a los pobladores de Texcaltitlán, temiendo represalias de la Familia Michoacana. Según el alcalde de Ecatepec, los habitantes solicitaron intervención gubernamental ante la exigencia de pago por parte de la organización criminal, que presuntamente buscaba cobrar por los cultivos de la comunidad. La situación se agravó cuando los delincuentes amenazaron con privar de la vida a inocentes si no se entregaba el dinero exigido. El enfrentamiento se desató en los campos de fútbol, donde los pobladores se organizaron para enfrentar a los extorsionadores.
El fiscal del Estado de México confirmó que entre los fallecidos se encontraba Rigoberto de la Sancha Santillán, alias ‘El Payaso’, líder regional de la Familia Michoacana. Además, señaló que este grupo criminal tenía como objetivos prioritarios a otros dos individuos de alto y mediano nivel, sin revelar sus nombres. El presidente Andrés Manuel López Obrador aseguró que la Guardia Nacional ya se encuentra destacada en Texcaltitlán, aunque no proporcionó detalles específicos sobre su presencia. La gobernadora del Estado de México, Delfina Gómez, lamentó los hechos y llamó a la unidad por la paz, con las siguientes palabras: “Quiero expresarles mi más profundo pesar, cada vida que se pierde es un golpe en el corazón de nuestra comunidad, una herida en el tejido social de nuestra sociedad. Como gobernadora, lamento profundamente estos acontecimientos, reitero mi compromiso absoluto y hago un llamado a unirnos por la paz. Estos hechos no nos paralizan, al contrario, reafirman nuestra determinación de mejorar las condiciones de seguridad en nuestro amado estado, tenga la plena seguridad de que seguiremos trabajando para que hechos como este no se repitan. Al sur del Estado de México les digo: no están solos, estamos con ustedes”.
Las declaraciones oficiales se vieron acompañadas por diversas reacciones en redes sociales, donde una supuesta familiar de un miembro fallecido de la Familia Michoacana criticó violentamente la respuesta de los pobladores de Texcaltitlán. Las imágenes y mensajes compartidos evidencian la complejidad y las divisiones sociales en torno a estos hechos. La historia de la Familia Michoacana remonta sus inicios a los años 2000, cuando Los Zetas comenzaron a tomar control de Michoacán. Desde entonces, han sido una de las organizaciones criminales más poderosas y sangrientas, involucrándose en actividades como el narcotráfico, secuestro y extorsión. La muerte de su primer líder, Nazario Moreno González, dio paso a divisiones internas, y actualmente, José Alfredo Hurtado Olascoaga, alias ‘El Fresa’, lidera la organización.
La magnitud de este enfrentamiento nos muestra la necesidad de eliminar la violencia y la presencia de la delincuencia organizada en las comunidades locales. La comunidad de Texcaltitlán se vio obligada a defenderse, mostrando una situación crítica que exige una respuesta coordinada de las autoridades a nivel federal, estatal y local. El llamado a la unidad por la gobernadora del Estado de México refleja la gravedad de la situación y la necesidad de proteger a los ciudadanos afectados. La presencia de la Guardia Nacional es un primer paso, pero se requiere un plan integral que identifique las causas de la violencia y ofrezca soluciones a largo plazo.
La comunidad de Texcaltitlán ahora enfrenta el desafío de reconstruirse y superar los traumas causados por este enfrentamiento. Las autoridades deben garantizar la seguridad continua de los ciudadanos y trabajar en colaboración con la comunidad para restaurar la confianza en las instituciones gubernamentales. En última instancia, este trágico episodio destaca la necesidad de una estrategia integral para terminar con la delincuencia organizada, que incluya medidas preventivas, acciones de aplicación de la ley y esfuerzos para abordar las condiciones socioeconómicas que pueden alimentar la violencia. A través de un enfoque multidisciplinario en el que participen diversos especialistas, se puede esperar alcanzar una paz duradera en regiones afectadas por la presencia de grupos criminales.
Durante décadas el Estado de México fue gobernado por el PRI y durante todo este tiempo se permitió la proliferación de grupos de delincuencia organizada, mismos que han mantenido aterrorizada a la población mexiquense. La privación ilegal de la libertad, el tráfico de estupefacientes, los feminicidios, las extorsiones o “cobro de piso” y los asaltos son los problemas que han mantenido en vilo a los habitantes de todos los municipios del estado. Los pobladores de Texcaltitlán ya no soportaron más y tomaron la justicia en sus manos, todo apunta a que otros pobladores comienzan a organizarse para defenderse de los delincuentes con sus propios medios. Las autodefensas han sido una forma de organización para proteger el patrimonio y la vida de las familias agobiadas por la violencia del narcotráfico. Michoacán, Guerrero y Chiapas son los casos más recientes. Las autoridades del Estado de México deberán mantenerse atentas y garantizar la seguridad de sus pobladores, para evitar que la sociedad mexiquense se vea envuelta en este tipo de actos.
Delfina Gómez y el partido MORENA, tienen un gran trabajo delante de ellos: lograr la pacificación del estado y evitar que la delincuencia organizada siga operando impunemente en detrimento de la sociedad. Frente a este panorama, es urgente buscar la coordinación con el gobierno y las autoridades federales para garantizar e implementar fuertes operativos que inhiban la actuación de los criminales. Una vez que los miembros de estas bandas sean capturados; se les deben realizar juicios bien fundamentados, los cuales demuestren su culpabilidad para mantenerlos en prisión, y que de esta forma no representen amenaza alguna para los habitantes no solo del Estado de México, sino del país entero.
Foto: X @Mario_CRM