“TENSIÓN DIPLOMÁTICA ENTRE MÉXICO Y ESTADOS UNIDOS, LA GUERRA CONTRA EL FENTANILO
Por Omar Sánchez
Una nueva tensión diplomática ha surgido entre México y Estados Unidos, generando una guerra de declaraciones entre el ejecutivo mexicano y algunos legisladores republicanos en Estados Unidos, por causa de una propuesta que ha sido llamada “Resolución 18”, la cual ha sido promovida principalmente por Dan Crenshaw y Mike Waltz. Ambos se desempeñan como senadores por el Partido Republicano y colocaron en el centro del debate político una petición bastante peculiar: que los cárteles mexicanos sean designados como grupos terroristas, para que las fuerzas armadas estadounidenses puedan combatirlos con todo su poderío.
Esta petición generó un gran debate en ambos países, ya que encuentra su fundamento en el tráfico de fentanilo, que mata en promedio a 80,000 ciudadanos estadounidenses al año, siendo la principal causa de muerte entre hombres de 18 a 45 años, según un informe presentado por ambos legisladores. Este documento acusa principalmente a los Cárteles de Sinaloa, Jalisco Nueva Generación, del Golfo, de Los Zetas, del Noreste, de Juárez, de Tijuana, de los Beltrán Leyva y de Los Caballeros Templarios (también conocidos como La Familia Michoacana).
Cuando esta declaración fue emitida, inmediatamente se encendieron los focos rojos entre algunos ciudadanos mexicanos, quienes comenzaron a especular con una invasión armada por parte de la milicia norteamericana, ya que si esta iniciativa lograra ser aprobada, brindaría las facultades totales al ejército y marina estadounidenses para utilizar armas de todo tipo, con el fin de erradicar a los carteles “terroristas”. Sin embargo, altos funcionarios de las fuerzas armadas de nuestro vecino del norte, dijeron que el combate contra el narcotráfico es una facultad exclusiva de las corporaciones policiales. De esta forma comenzó a echarse por tierra esta controversial propuesta.
Sin embargo, la guerra de declaraciones ha ido escalando a raíz de diversos sucesos, como el secuestro de cuatro ciudadanos estadounidenses el 3 de marzo de 2023, en Matamoros Tamaulipas. Dicho acto delictivo fue adjudicado al Cartel del Golfo. Inmediatamente después de darse a conocer dicho ilícito, el gobierno de Estados Unidos realizó una petición a las autoridades mexicanas, en la cual exigían el rescate de los cuatro ciudadanos estadounidenses secuestrados y su presentación con vida. Incluso, el embajador Ken Salazar realizó una visita personal al Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, para hablar el tema de forma personal. Gracias a la presión de parte de los Estados Unidos, solo cuatro días después se logró la localización de los secuestrados, pero dos de ellos habían sido asesinados.
Posteriormente, la noche del 8 de marzo, en el centro de Matamoros, apareció una camioneta con cinco hombres maniatados y con un mensaje, en el cual se especificaba que ellos eran los responsables del secuestro. El mensaje, presuntamente, fue dejado por el “Grupo Escorpión” del Cártel del Golfo para condenar lo que hicieron esas personas y ofrecer “disculpas” a la sociedad tamaulipeca. Además, el Cártel del Golfo le pidió a la sociedad que estuviera tranquila, incluso se “comprometieron” a que esos errores causados por la indisciplina de sus “muchachos” no se repetirían y con esa entrega estaban haciendo que “pagaran los responsables”.
Sin embargo, para el Buró Federal de Investigaciones (FBI, por sus siglas en inglés) quedaron muchas dudas acerca de la responsabilidad de los hombres entregados en Matamoros, y exhortaron a las autoridades mexicanas a profundizar las investigaciones, pues se ponía en tela de juicio la forma de actuar de las fuerzas policiales de México, También señalaron que ese arresto no había sido fruto de un trabajo de investigación e inteligencia, sino de la complicidad de los cárteles con algunas autoridades locales de Tamaulipas.
El 13 de marzo de 2023, el canciller mexicano, Marcelo Ebrard, viajó hacia Washington para reunirse con funcionarios estadounidenses, con la finalidad de defender la soberanía de México, esto en respuesta al ex fiscal de Estados Unidos, William Barr, quien publicó un artículo en el periódico The Wall Street Journal del día 2 de marzo, en el cual apuntaba que “los cárteles mexicanos han florecido porque las administraciones mexicanas no han estado dispuestas a enfrentarse a ellos. La excepción fue el presidente Felipe Calderón (2006-2012)”
Incluso el Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador dijo que la declaración del ex fiscal era “irresponsable, una ofensa al pueblo de México y una falta de respeto” a la soberanía de nuestro país. Esto fue repetido constantemente durante sus conferencias mañaneras y avivó la tensión diplomática entre ambas naciones. Sin embargo, el embajador de los Estados Unidos en México, Ken Salazar, ha intentado suavizar el diferendo con la siguiente declaración: “las administraciones de Joe Biden y Andrés Manuel López Obrador, trabajan de manera conjunta y como socios para lograr contrarrestar la violencia y el poder del crimen organizado”
Declaraciones van y declaraciones vienen, lo cierto es que en ambas naciones las elecciones presidenciales se acercan cada día más y los diversos actores políticos buscan generar conflictos y controversias con la finalidad de ganar simpatías que se traduzcan en votos para sus partidos. En México, Andrés Manuel López Obrador busca dar continuidad a su proyecto de nación denominado 4T (la cuarta transformación de México), con la firme convicción de ver ganador nuevamente al partido político MORENA (Movimiento de Regeneración Nacional)
En Estados Unidos, el Partido Republicano quiere recuperar el poder. Donald Trump busca ser elegido nuevamente como Presidente de los Estados Unidos de Norteamérica. Sin embargo, enfrenta la amenaza de ser arrestado por un “desliz” amoroso con la ex actriz porno Stormy Daniels, a quien según diversas investigaciones, Donald Trump pago 130, 000 dólares por medio de un abogado, con la finalidad de comprar su silencio y así evitar que difundiera ante los medios de comunicación las aventuras sexuales que ambos tuvieron juntos.
Mientras la guerra de declaraciones políticas continúa, el fentanilo sigue siendo consumido de forma masiva en Estados Unidos, cobrando la vida de miles de personas cada año. Y en ambas naciones, los carteles encargados de producir y distribuir esta peligrosa droga sintética, se siguen enriqueciendo y acrecentando su poder económico y armamentista. Como siempre sucede, los políticos ponen las declaraciones incendiarias y la población pone los muertos por la violencia y el consumo imparable de drogas.