Porfirio Muñoz Ledo, de campeón orador en la UNAM a personaje histórico en la política de México.
Por Omar Sánchez
“Con profundo dolor y tristeza, la familia comparte la noticia del sensible fallecimiento de nuestro querido padre Porfirio Alejandro Muñoz Ledo y Lazo de la Vega D.E.P.” Mediante este mensaje, publicado desde su cuenta personal de Twitter, la familia del Político Porfirio Muñoz Ledo dio a conocer su deceso. De inmediato, las redes sociales, noticieros y periódicos, comenzaron a dar cuenta de esta lamentable noticia, pues uno de los personajes más prominentes de la izquierda en México, había partido de este plano terrenal.
Durante décadas, Porfirio Muñoz Ledo se erigió como uno los principales opositores al régimen priista que gobernó nuestro país durante casi todo el siglo XX. Sin embargo, es importante señalar que una parte de su carrera política se desarrolló al interior del PRI, partido al cual Ingresó en 1952, cuando solo contaba con 19 años de edad. Más tarde, fue presidente de ese mismo partido político, entre los años 1975 y 1976. Durante el gobierno del presidente Luis Echeverría Álvarez, ocupó la Secretaría de Trabajo y Previsión Social. Posteriormente, fue nombrado Embajador de México en la República Democrática Alemana (1977-1982). De 1979 a 1985, fue embajador de México ante la Organización de las Naciones Unidas. También fungió como Secretario de Educación Pública en 1988, durante el último año de gobierno de Miguel de la Madrid Hurtado.
Uno de los momentos más importantes en su carrera política sucedió cuando, al interior del PRI, decidió fundar la Corriente Democrática, junto a Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano e Ifigenia Martínez, entre otros, en el año 1987. Este movimiento pretendía, entre otras cosas, transparentar la elección interna en el PRI, mediante la cual surgiría el candidato para la contienda presidencial de 1988. Carlos Salinas de Gortari resulto ganador de la elección interna, y esta fue la razón principal para que Porfirio Muñoz Ledo decidiera abandonar el partido tricolor junto con Cuauhtémoc Cárdenas, quien a la postre fue candidato presidencial por el Partido Auténtico de la Revolución Mexicana (PARM).
Cárdenas y Muñoz Ledo convocaron a partidos y organizaciones civiles, y lograron el apoyo del Partido Mexicano Socialista (PMS), del Partido Socialista Unificado de México (PSUM), la Coalición de Izquierda, y el Movimiento de Acción Popular. También consiguieron la adhesión de Rosario Ibarra de Piedra, candidata por el Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT); de la Coalición Obrera, Campesina y Estudiantil del Istmo (COCEI), la Central Independiente de Obreros Agrícolas y Campesinos (CIOAC), la Asamblea de Barrios de la Ciudad de México (creada tras los terremotos de 1985), la Unión de Colonias Populares (UCP) y la Unión Popular Revolucionaria Emiliano Zapata (UPREZ), entre otras. Unidos, todos estos grupos, integraron el Frente Democrático Nacional (FDN) en Jalapa Veracruz, el 12 de enero de 1988.
La elección presidencial de 1988 fue muy controversial debido a que en los primeros conteos el candidato opositor, Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, aventajaba ampliamente en votos al candidato oficialista, Carlos salinas de Gortari. Horas después, por medio de un mensaje en cadena nacional, el entonces secretario de gobernación, Manuel Bartlett Díaz, anunciaba la “caída del sistema” mediante el cual se contaban los votos. Horas más tarde, cuando el sistema fue restablecido, de manera absurda e inexplicable el candidato del PRI desbancó a Cárdenas y resultó electo presidente de México para el sexenio 1988-1994. Todos los integrantes del FDN acusaron un fraude electoral, y bajo el liderazgo de Cuauhtémoc Cárdenas y Porfirio Muñoz Ledo, la sociedad mexicana protestó en las calles, con la finalidad de revertir los resultados electorales de 1988.
Derivado de esta situación, Porfirio Muñoz Ledo, Cuauhtémoc Cárdenas, Heberto Castillo y muchos otros prominentes opositores, fundaron el Partido de la Revolución Democrática (PRD), considerado el primer gran partido de oposición en México. Durante su militancia en el PRD, Muñoz Ledo tuvo momentos que se grabaron en la memoria política de nuestra nación. El 1 de septiembre de 1988, el recinto legislativo de San Lázaro se cimbro con la frase “¡Repudio total al fraude electoral!», la cual gritaron desde sus curules los legisladores de la oposición, entre los que destacaban Porfirio Muñoz Ledo, Pablo Gómez y Leonel Godoy, integrantes del Frente Democrático Nacional y partidarios de Cárdenas.
Posteriormente, Porfirio Muñoz Ledo se convirtió en el primer legislador opositor en responder un informe presidencial. En ese momento, Muñoz Ledo era presidente de la Cámara de Diputados y formaba parte del Partido de la Revolución Democrática (PRD); durante su intervención, exigió al entonces presidente Ernesto Zedillo, revisar su política económica y atender temas como el conflicto zapatista en el estado de Chiapas,
En el año 2000 fue candidato a la presidencia de la República por el Partido Auténtico de la Revolución Mexicana (PARM). Sin embargo, declinó su candidatura en favor de Vicente Fox Quesada. En el año 2001, Muñoz Ledo fue nombrado como embajador de México ante la Unión Europea; el Reino de Bélgica; el Gran Ducado de Luxemburgo y Observador Permanente en el Consejo de Europa. También fue dos veces presidente de la Cámara de Diputados y en la segunda etapa atestiguó la entrega de la banda presidencial al Lic. Andrés Manuel López Obrador. Porfirio Muñoz Ledo logró alcanzar muchos y diversos puestos políticos: fue secretario de estado, embajador y legislador; sin embargo jamás pudo alcanzar la presidencia de la república.
Adiós al hombre que fue campeón de oratoria en la UNAM, y gracias a ese talento, logro ascender a la cima del poder en México. Adiós a uno de los precursores de la democracia electoral en México. Adiós al talentoso y siempre polémico Porfirio Muñoz Ledo. La historia de México le tiene reservado un lugar.
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