Macron contiene a la ultraderecha en Europa, mientras Trump la desboca en Estados Unidos
Actualmente el mundo vive una reconfiguración económica, política y social. China comienza a emerger como una gran potencia que amenaza a Estados Unidos con arrebatarle el primer lugar en poderío monetario y tecnológico, la Unión Europea se encuentra inmersa en una reorganización total debido a la decisión de Gran Bretaña para abandonar este bloque económico; mientras esto sucede, Rusia mantiene la invasión armada en Ucrania tratando de conquistar el país completo, que ha resistido gracias al apoyo de Estados Unidos y otras naciones pertenecientes a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN). Estos sucesos a nivel global están modificando el status quo que se mantuvo vigente desde principios del siglo XX y que actualmente se encuentran formando un nuevo paradigma histórico.
La lucha por preservar el poder político ha generado una profunda división ideológica entre grupos de ultraderecha e izquierda, hace algunos días en Europa se vivió un proceso que encendió las alertas en el viejo continente, para ser más específicos en Francia, donde los días 29 y 30 de junio tuvo lugar la primera vuelta de elecciones legislativas en las cuales sorpresivamente El partido de ultraderecha denominado Agrupación Nacional, obtuvo un triunfo contundente sobre el partido del actual Presidente Emmanuel Macron. Estos resultados alarmaron a todos los miembros de la Unión Europea, ya que si la ultraderecha francesa lograba triunfar en la segunda vuelta electoral, podría obtener los escaños necesarios para conformar una mayoría absoluta y de esta manera cambiar la actual forma de gobernar en Francia, afectando a todos los estados que conforman este bloque económico-político. De inmediato el presidente Macron externó su preocupación por esta posibilidad, así que tomó la decisión de disolver el Parlamento, compuesto por la Asamblea Nacional y el Senado, posteriormente convocó a elecciones anticipadas gracias al poder que le brinda la constitución francesa.
El sistema político francés es bastante sui generis ya que el presidente y legisladores son elegidos mediante el voto popular, pero el primer ministro y su gabinete obedecen y rinden cuentas a la quienes conforman la mayoría parlamentaria (que puede pertenecer a un partido distinto al del presidente) el primer ministro y su gabinete pueden ser removidos directamente por el Parlamento y este puede ser disuelto por el presidente. Esta facultad solo puede utilizarla una vez al año y una vez realizado el acto, está obligado a convocar a nuevas elecciones para conformar una nueva Asamblea Nacional (Parlamento). La acción se realiza cuando el presidente cuenta con una baja popularidad o cuando se avecina una crisis política en la nación. La disolución del parlamento solo se ha realizado 5 veces desde el año 1958, en algunas ocasiones los presidentes franceses han logrado recobrar popularidad o retomar el control del gobierno, sin embargo en otras ha resultado contraproducente, como le sucedió a Jacques Chirac en el año 1997, cuando disolvió el parlamento y perdió el control del gobierno francés. La apuesta de Macron sigue siendo una incógnita, pues aunque lograron contener el avance de la ultraderecha, el parlamento quedó dividido y esto obligará al presidente a negociar con los diferentes grupos políticos que formaron la alianza que detuvo las aspiraciones de Marine le Pen, la aspirante a convertirse en presidenta de Francia.
Mientras en el viejo continente un astuto movimiento político frenó a uno de los grupos más radicales en territorio francés, en el continente americano la ultraderecha ha ido ganando terreno. El ejemplo más claro es el de Argentina, donde el actual presidente Javier Milei fue capaz de convencer al electorado de su país, con frases como “viva la libertad, carajo” y “no vine a guiar corderos, vine a despertar leones”, sin embargo la realidad económica y social que viven los argentinos en la actualidad, dista mucho de las promesas realizadas. Con una devaluación histórica y un descontento popular cada vez más evidente, la nación sudamericana se dirige hacia una nueva crisis económica que significará un estallido social, el cual Milei no dudará en reprimir salvajemente. Estados Unidos es otro caso que preocupa al mundo entero, ya que Donald Trump se perfila a desarrollar un segundo mandato como presidente del hasta ahora país más poderoso de la tierra, aun siendo investigado por diversos delitos en territorio estadounidense, el actual candidato republicano ha obtenido una importante ventaja sobre el actual presidente Joe Biden; quien en el último debate presidencial se mostró errático, balbuceante e inseguro en sus respuestas. Debido a esta cuestión muchos simpatizantes demócratas han pedido que se retire de la contienda presidencial, sugiriendo que sea la actual vicepresidenta Kamala Harris, quien lo sustituya en la candidatura.
Aunado a toda esta situación el día sábado 14 de julio una noticia cimbró al mundo, todos los noticieros y redes sociales informaban que Donald Trump había sido atacado con disparos que realizó un francotirador mientras el político republicano se encontraba realizando un mitin en Butler Pensilvania ante cientos de simpatizantes, un hombre armado se ocultaba en un tejado cercano al evento, según un testigo que se percató del suceso, advirtió al equipo de seguridad de que custodiaba el evento, sin embargo no le hicieron caso. Mientras Trump daba su discurso, se escucharon una serie de disparos, engonces se tomó la cabeza a la altura del oído y se tiró al suelo, de inmediato cinco agentes del Servicio Secreto corrieron hacia el escenario y cubrieron al expresidente, mientras los gritos y otras ráfagas de disparos retumbaban por todo el recinto del Butler Farm Show. Al menos tres asistentes al mitin recibieron disparos y lamentablemente uno de ellos perdió la vida, en medio del caos un agente del Servicio Secreto dijo que el atacante había sido abatido. Aturdido con la oreja y la cara ensangrentadas, Trump se puso en pie, pidió un momento a los agentes y levantó el puño, asumiendo una pose desafiante y se dirigió hacia sus seguidores para hacerles saber que se encontraba a salvo. Junto con los agentes del Servicio Secreto, descendió por las escaleras del templete para ser llevado a una camioneta blindada color negro, dicho vehículo se dirigió a un hospital cercano para valorarlo adecuadamente.
Diversas voces mostraron su apoyo incondicional para Trump, líderes mundiales de inmediato condenaron el ataque, entre ellos el presidente Andrés Manuel López Obrador quien mostró su respaldo al expresidente. Por otra parte los opositores al candidato ultraderechista manifestaron que el acto había sido planeado y lo calificaron como un montaje, un vil espectáculo para martirizarlo y así desviar la atención acerca de las investigaciones que pesan en su contray de esta forma seguir creciendo en las preferencias electorales en Estados Unidos. Los simpatizantes republicanos acusan directamente al presidente Joe Biden de ser el autor intelectual de este , alegando que es la única manera en la que podría frenar a Trump en su camino a la presidencia por segunda ocasión. Frente a este panorama el mundo debe estar preparado para soportar otros cuatro años de ocurrencias y enfrentamientos diplomáticos e incluso armados generados por Donald Trump.