La Candidatura de Xóchitl Gálvez, Entre la Opacidad y la Traición de Alejandro (Alito) Moreno
Por Omar Sánchez
En una democracia saludable, la participación ciudadana y la transparencia son pilares fundamentales. La elección de candidatos y candidatas para cargos públicos debe reflejar la voluntad de la ciudadanía y garantizar que aquellos que liderarán el país estén genuinamente preparados y comprometidos con el bienestar de la nación. Sin embargo, en México, recientemente hemos sido testigos de un proceso político que plantea serias preguntas sobre la democracia y la influencia de poderosos actores en la toma de decisiones políticas. El caso de la candidatura de Xóchitl Gálvez es un ejemplo de cómo la opacidad y el poder pueden eclipsar la legitimidad y la preparación.
El Comité Organizador del Frente Amplio de México anunció que Xóchitl Gálvez sería la candidata presidencial de la alianza opositora en las próximas elecciones. Según los resultados de dos encuestas, Gálvez obtuvo el 57.58% de las preferencias, superando a la priista Beatriz Paredes, quien alcanzó el 42.42%. Estos resultados se adelantaron y se dieron a conocer antes de lo previsto, generando inquietudes sobre la transparencia del proceso.
Lo que resulta aún más problemático es que, a raíz de la declinación de Beatriz Paredes, se canceló la consulta ciudadana que se celebraría para que los simpatizantes de la alianza opositora eligieran a su candidata presidencial. En lugar de un proceso democrático abierto, el Comité Organizador decidió que Xóchitl Gálvez sería la candidata, sin permitir que las bases ciudadanas expresaran su elección.
La pregunta que surge de inmediato es: ¿por qué se canceló una consulta ciudadana que originalmente se había planeado? La respuesta podría radicar en la influencia y el poder de ciertos actores políticos y económicos. Claudio X. González, un empresario y político opositor, ha sido una figura influyente en la política mexicana. Su agrupación, «Mexicanos Primero», ha compartido causas con la Unión Nacional de Padres de Familia (UNPF) y ha participado activamente en coaliciones de la extrema derecha.
La coincidencia de los grupos vinculados a Claudio X. González con la UNPF es sorprendente. La UNPF ha sido un crítico feroz de la educación sexual en las escuelas, y ha acusado a los nuevos libros de texto de «adoctrinamiento comunista». La campaña en contra de estos libros de texto se ha basado en argumentos ideológicos y religiosos, más que en una evaluación pedagógica objetiva. La participación de la UNPF y grupos afines en la política mexicana, plantea preguntas sobre la separación entre la iglesia y el Estado y sobre la influencia de agendas conservadoras en la toma de decisiones políticas y educativas.
El papel de Claudio X. González en este proceso no debe subestimarse. Su agrupación, el Consejo Nacional de Litigio Estratégico, contribuyó en la demanda presentada por la UNPF contra los nuevos libros de texto. Además, este despacho tramitó el amparo de la senadora Xóchitl Gálvez, que establece su derecho de réplica frente a las acusaciones del presidente Andrés Manuel López Obrador. La conexión entre Claudio X. González, la UNPF y Xóchitl Gálvez plantea interrogantes sobre quién realmente está impulsando la candidatura de Gálvez y con qué intereses.
La cancelación de la consulta ciudadana para elegir a la candidata presidencial del Frente Amplio por México, también ha dejado en claro que las decisiones políticas importantes están siendo tomadas en círculos cerrados, lejos de la mirada del público. La opacidad en el proceso de selección de candidatos va en detrimento de la confianza ciudadana en el sistema político y alimenta la percepción de que las élites políticas y económicas tienen un control desmedido sobre el rumbo del país.
Alejandro Moreno “Alito” ha sido un hombre clave en este proceso, ya que desde su posición política como líder del PRI, buscaba colocar a Beatriz Paredes como la ganadora y candidata del Frente Amplio por México. Sin embargo, y ante la sorpresa de todos, “Alito” dio declaraciones en las que anticipaba la derrota de Paredes Rangel, y su declinación a favor de su contrincante Xóchitl Gálvez. La traición de Moreno no solo se evidenció en su respaldo a Gálvez, sino también en su declaración de que «nadie, nunca nadie, ni hoy ni antes, está por encima de las decisiones que toma el partido». Esta declaración contradice directamente el llamado que él mismo recibió de los líderes del PRI en 2022, quienes argumentaron que nadie debía estar por encima de los intereses del partido. Esta incoherencia pone de manifiesto la falta de liderazgo y la incapacidad de «Alito» para abordar los desafíos internos del PRI.
La respuesta de Beatriz Paredes a esta traición fue calificar la declaración del presidente de su partido como «banquetera». Su reacción refleja la frustración de aquellos que buscan una renovación genuina dentro del PRI, y que ven cómo las decisiones de los líderes no siempre se alinean con los intereses del partido, ni con la voluntad de sus miembros. En el contexto de esta traición, la candidatura de Xóchitl Gálvez se ve empañada por la opacidad en la elección de candidatos y por las divisiones internas de los partidos opositores. Si bien Gálvez ha sido seleccionada como candidata, su nominación se ha producido en un proceso marcado por la falta de transparencia y por la influencia de actores externos, como Claudio X. González, cuyos intereses ideológicos y políticos parecen ser ajenos a las necesidades y aspiraciones de la ciudadanía mexicana.
La figura del presidente Andrés Manuel López Obrador también ha estado presente en este proceso, ya que no ha dudado en comentar sobre la situación y ha criticado duramente la forma en que se han llevado a cabo las decisiones en la oposición. Ha señalado que se trata de un asunto lamentable, que involucra a figuras como Vicente Fox Quesada y Claudio X. González. Además, ha cuestionado el respaldo del PRI a la candidatura de Xóchitl Gálvez antes de que concluyera el proceso interno del Frente Amplio por México. Su afirmación de que «nunca se había visto algo así en la historia de México» subraya la excepcionalidad y la preocupación que rodea este proceso.
El presidente López Obrador también ha llamado a la juventud de México a informarse y construir el hábito democrático como «forma de vida». Su llamado resalta la importancia de la participación ciudadana y la necesidad de que las decisiones políticas reflejen verdaderamente la voluntad de la ciudadanía. Esta elección tiene a Claudia Sheinbaum como posible candidata de Morena, y este escenario nos plantea la posibilidad de un debate político más enriquecedor, donde las dos candidatas tendrán la oportunidad de exponer sus visiones y propuestas para el futuro de México. Sin embargo, es fundamental que el enfoque de la campaña se centre en los temas y desafíos que enfrenta el país, en lugar de centrarse exclusivamente en la identidad de género de las candidatas. La ciudadanía mexicana espera soluciones a problemas como la seguridad, la economía, la educación y la salud, y las candidatas tendrán la responsabilidad de abordar estas cuestiones de manera efectiva.