Donald Trump y el riesgo para los migrantes.
Por Omar Sánchez
A una semana del atentado en contra de Donald Trump, aún no se tiene una certeza clara sobre los motivos que impulsaron al agresor Thomas Matthew Crooks, de 20 años, para atacar al expresidente estadounidense. Agencias como el FBI, la CIA y el Servicio Secreto, continúan realizando herméticas investigaciones que les permitan descubrir las razones que motivaron al joven oriundo de Pensilvania, el cuál al momento del ataque no llevaba consigo identificación personal alguna, por esta razón se realizaron pruebas rápidas de ADN para dar con su identidad. El atacante utilizó un fusil tipo AR-15 semiautomático y disparó desde lo alto de un edificio a una distancia de aproximadamente 130 metros, el agresor no tenía antecedentes penales, según los registros judiciales públicos de Pensilvania. La edificación desde la que disparó Crooks se encontraba fuera del perímetro de seguridad donde el expresidente celebraba un mitin al que asistían miles de simpatizantes demócratas. Incluso el padre del agresor dijo que no entendía “qué diablos había sucedido”, también expresó que no hablaría más con la prensa hasta que las autoridades policiacas concluyeran las investigaciones.
Diversos medios de comunicación han dado versiones encontradas acerca de la ideología política de Thomas Matthew Crooks, una de ellas indica que era miembro de Antifa, la organización antifascista que se opone a movimientos, partidos políticos o manifestaciones que defiendan el fascismo, el racismo, la supremacía blanca o la homofobia. No tienen líderes ni sedes. Se distinguen de otros movimientos de izquierda por considerarse anticapitalistas y antigubernamentales. Donald Trump siempre ha estado confrontado con este grupo radical, incluso en el año 2020 mediante un tweet el entonces presidente redactó lo siguiente: «Estados Unidos designará Antifa como una organización terrorista». El término ‘Antifa’ es la abreviatura de ‘antifascista y reúne el significado de las palabras «acción» y «antifascista», este término es utilizado de forma despectiva hacia los grupos más radicales de izquierda en territorio estadounidense. Esta situación aunada al reciente atentado en contra de Trump, solo aumenta la confrontación entre miembros de la ultraderecha y los simpatizantes de izquierda en Estados Unidos.
Mientras las investigaciones policiacas continúan, el martes 15 de julio dio inicio la convención nacional republicana en la ciudad de Milwaukee, en el estado de Wisconsin. En un inmueble rodeado por un impresionante dispositivo de seguridad para salvaguardar la integridad de los asistentes, por primera vez después del atentado se presentó Donald Trump en un acto público; custodiado nuevamente por el Servicio Secreto, desfiló a través del largo pasillo de un foro con capacidad para 18,000 personas, ataviadas con ropa alusiva a la bandera estadounidense, pancartas en apoyo al expresidente y algo aún más inaudito. Centenares de asistentes colocaron sobre su oído derecho una gasa, como la que utiliza Trump en la lesión que le generó la supuesta bala, que después resultó parte de un cristal de un teleprompter que se rompió durante el ataque sufrido días atrás. Esta es una muestra clara del poder mediático que tienen las imágenes y la astucia del equipo de campaña de Trump para capitalizar el evento que estuvo en todos los noticieros y redes sociales durante varios días.
A lo largo de los tres días que duró la convención nacional republicana, Donald Trump se revictimizó diciendo las siguientes palabras: “Supe inmediatamente que algo estaba mal cuando escuché un sonido silbante, disparos, e inmediatamente sentí la bala desgarrando mi piel, me dispararon con una bala que perforó la parte superior de mi oreja derecha. Había mucha sangre y entonces me di cuenta de lo que estaba pasando”, agregó durante sus discursos y en diversos mensajes en sus redes sociales personales. De la misma forma invitó a los todos sus simpatizantes a “permanecer unidos y mostrar su verdadero carácter como estadounidenses, permaneciendo fuertes y decididos, y no permitiendo que el mal gane». El expresidente ha recibido una andanada de muestras de apoyo a favor de su candidatura, sin duda la situación que vivió Trump en Pennsylvania le dio el impulso necesario para catapultarlo directamente hacia la presidencia de los Estados Unidos por segunda ocasión.
Durante los tres días que duró la convención republicana hubo una gran cantidad de oradores del mundo de la política y la farándula, entre los que destacan el exsecretario de Estado Mike Pompeo, el comentarista conservador Tucker Carlson, la abogada Alina Habba, Eric Trump, hijo del expresidente y el luchador Hulk Hogan, quien pronunció un discurso incendiario donde al final del mismo se rompió la playera que traía colocada, para mostrar una que traía debajo con el nombre de Donald Trump. Extasiado por esta muestra de apoyo Trump arremetió nuevamente con furiosos ataques contra la inmigración irregular que cruza por la frontera sur de Estados Unidos refiriéndose a ellos como “enfermos mentales, violadores y asesinos”, incluso se atrevió a decir que son “esos delincuentes” son los culpables del consumo de drogas en todo el territorio estadounidense, en clara alusión a la crisis de salud pública por causa del fentanilo que millones de personas en territorio estadounidense consumen diariamente.
En gran parte de sus discursos realizó amenazas acerca del cierre total de la frontera entre México y Estados Unidos, el principal cruce de migrantes provenientes de centro y Sudamérica principalmente. El expresidente afirma que todas las personas que cruzan la frontera sin visa, son delincuentes que solo llevan desgracias a los Estados Unidos y que por culpa de ellos la nación entera se encuentra en una crisis de valores humanos y adicciones a los opiáceos. Otro de los temas que abordó recurrentemente fue el establecimiento de armadoras automotrices provenientes de China, las cuales producen miles de automóviles que posteriormente son vendidos en territorio estadounidense, Trump aseguro que en cuanto llegue a la presidencia les impondrá un arancel de entre el 100 a 200 por ciento, a todos los vehículos de marcas chinas que sean comercializados en cualquier concesionaria de ese país.
Mientras todo esto sucedía en la convención republicana, en el frente demócrata las cosas no marcha nada bien, ya que el actual Presidente estadounidense Joe Biden; se encuentra convaleciente por causa del COVID-19. Aunado a esta situación cada vez son más las voces de los políticos demócratas que le piden a Biden dar un paso al costado, para dejar la candidatura presidencial pues consideran que su salud física y emocional, no es la idónea para garantizar la victoria en los próximos comicios que se realzarán el 5 de Noviembre de este 2024. Tal parece que en las altas esferas del Partido Demócrata ya se han resignado a sufrir un revés a manos de Donald Trump, ahora la principal preocupación es lograr que Joe Biden acepte dejar libre la candidatura y que quien sea designado como nuevo candidato o candidata, les brinde los votos suficientes para no perder el control en el congreso estadounidense. Con todos estos ingredientes, El panorama a nivel mundial no es nada alentador, ya que Donald Trump se dirige a paso firme hacia la Casa blanca; tal como lo dice una expresión popular en México: “avanza en caballo de hacienda”.
¿El Partido Demócrata podrá revertir las tendencias populares a favor de Donald Trump?
Si gana Donald Trump, ¿Habrá una nueva ola de deportaciones masivas en detrimento de los migrantes mexicanos?
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