DONALD TRUMP, UN RIESGO PARA LA ESTABILIDAD MUNDIAL
Por Omar Sánchez
Las acusaciones contra Donald Trump han sido una constante desde su ascenso al poder en 2016. Sin embargo, las más recientes y prominentes tienen que ver con sus acciones durante y después de su mandato presidencial. Las investigaciones sobre su posible colusión con Rusia durante las elecciones de 2016, así como sus intentos de dañar el proceso democrático en Estados Unidos, continúan generando controversia y alimentando el debate político en el país. Además, recientes revelaciones sobre sus finanzas personales y empresariales han avivado las llamas de la especulación sobre posibles conflictos de intereses y malversación de fondos durante su gestión.
En cuanto al liderazgo de Vladimir Putin en Rusia, la situación política es igualmente turbulenta. Putin, un político astuto y enérgico, ha consolidado su poder durante décadas, desafiando a occidente y reforzando su control sobre el país. Sin embargo, su estilo autoritario y sus políticas agresivas en el ámbito internacional han generado críticas y acusaciones de violaciones de derechos humanos y ataques cibernéticos a otras naciones. La anexión de Crimea en 2014 y el presunto envenenamiento de opositores políticos dentro y fuera de Rusia, han aumentado las tensiones con occidente, colocando al país en el centro de la escena geopolítica mundial.
En medio de estas disputas políticas, Oriente Medio continúa siendo una región volátil y conflictiva. Los enfrentamientos entre Israel y Palestina, así como la guerra civil en Siria, son solo dos ejemplos de los numerosos conflictos que han devastado la región durante décadas. La intervención de potencias extranjeras, incluidas Rusia y Estados Unidos, ha complicado aún más la situación, convirtiendo a Oriente Medio en un campo de batalla político y militar donde los intereses regionales e internacionales se entrelazan en una compleja red de alianzas y rivalidades.
En cuanto a las perspectivas económicas mundiales, a pesar de la incertidumbre política, la economía global ofrece ciertas señales de estabilidad y recuperación. Grandes economías como Estados Unidos muestran una mejoría palpable, impulsada en parte por la desinflación debido a la caída de los precios de las materias primas y la energía. Sin embargo, los países en desarrollo enfrentan desafíos significativos, incluidas restricciones de liquidez y altos costos de pagos de intereses, lo que dificulta las inversiones necesarias para mejorar las condiciones sociales y económicas de sus poblaciones.
En el ámbito político, el año próximo se llevarán a cabo elecciones en 35 países, incluyendo Estados Unidos y México. La posibilidad de que Donald Trump regrese a la Presidencia de Estados Unidos ha generado preocupación y debate, especialmente en un momento donde el miedo y la tensión política están en aumento. Los líderes populistas de derecha, como Trump, representan un desafío para los valores democráticos y la estabilidad internacional, con su retórica divisiva y sus políticas controvertidas. La aspiración de líderes populistas de derecha, como es el caso de Trump, es revertir procesos históricos como la globalización, vulnerar la soberanía de los Estados nacionales, parar violentamente la migración que se origina en los países en desarrollo, realizar guerras comerciales. Y lo peor, la aspiración de Trump cuando fue presidente de que su país multiplicara por ocho veces las cabezas atómicas, acrecentando su voluntad de dominio y exterminio, sin duda esta sería la antesala de una catástrofe.
En el Medio Oriente, Trump generaría un desastre. Recordemos que como presidente rompió con la Unión Europea y se alineó con Israel y Arabia Saudita contra Irán, un país que Trump considera como promotor del terrorismo. Tawakool Karman, premio Nobel de la Paz, dijo:”No confío en Trump porque no confío en los racistas”. Además, en días reciente un juez dictaminó que el expresidente de EE.UU. y favorito del Partido Republicano, Donald Trump, enfrentará su primer juicio penal y la selección del jurado comenzará el próximo 25 de marzo en Nueva York. Esto ocurre luego de que el juez Juan Merchan denegara la moción de Trump para desestimar los cargos en su contra en el caso penal por supuestos pagos a cambio del silencio. La decisión fue tomada por el juez cuando aún no se han programado otros cargos penales contra Trump en otros estados, ya que están pasando por mociones previas al juicio y siendo impugnados en los tribunales. El juicio se producirá en medio de la preparación rumbo a las elecciones generales.
Trump fue acusado por un jurado investigador de 34 cargos por delitos de falsificación de registros empresariales para cometer u ocultar otro delito. Los fiscales alegan que el expresidente participó en un plan de encubrimiento para ocultar los pagos de reembolso realizados a su exabogado, Michael Cohen, quien habría pagado el silencio a la estrella de cine para adultos, Stormy Daniels, y así evitar que ella hiciera público un romance pasado con Trump antes de la elección presidencial de 2016. Trump ha negado el asunto y se ha declarado inocente de los cargos.
Los abogados del expresidente expresaron su consternación por las repetidas negativas del juez Merchan a las peticiones de la defensa para discutir el calendario, añadiendo que comenzar el juicio el 25 de marzo sería «una gran injusticia». «Creemos firmemente que un juicio que comience el 25 de marzo es una gran injusticia», dijo el abogado Todd Blanche al juez. Los abogados defensores tuvieron la oportunidad de plantear sus objeciones para que constaran en acta. «Nos hemos enfrentado a calendarios extremadamente comprimidos y acelerados» en cada juicio, continúa Blanche. Subrayaron que Trump tiene el derecho constitucional a prepararse para un juicio penal. Merchan frenó a Blanche y le dijo que una conferencia sobre la programación no habría sido fructífera. «Habría sido una absoluta pérdida de tiempo para todos».
El expresidente había intentado retrasar el caso para poder hacer campaña en las elecciones presidenciales de este año. Trump asegura que el fallo es una injerencia electoral de sus adversarios demócratas. «Quieren darse prisa, porque quieren lograrlo, de manera desesperada, antes de las elecciones. Si se lleva a cabo antes de las elecciones… eso es lo que quieren hacer. No les importa que se pueda hacer después de las elecciones. No habrían dictaminado esto, de ninguna manera, si no fuera porque me presento a presidente, y me va muy bien», declaró Donald Trump, expresidente de Estados Unidos. El caso se centra en las acusaciones contra Donald Trump, quien al parecer, pagó grandes cantidades de dinero para ocultar historias sobre supuestas relaciones extramatrimoniales con Daniels y otra mujer. Trump, que niega cualquier delito, se enfrenta a otras batallas legales mientras intenta ganar las elecciones del Partido Republicano para competir contra Joe Biden en los comicios presidenciales de Estados Unidos previstos en noviembre. Sin embargo todo apunta a que el juicio sucederá en la fecha indicada, significando un duro golpe a Donald Trump y sus aspiraciones presidenciales.