10 de Mayo, las Madres Buscadoras que no pueden celebrar.
Por Omar Sánchez
Este 10 de mayo no fue igual para algunas madres de la Ciudad de México, ya que su corazón se encuentra incompleto, pues buscan desde hace varios años a sus hijas e hijos que han desaparecido. Bajo esta premisa, se realizó la décimo tercera Marcha de la Dignidad Nacional Madres buscando a sus Hijas, Hijos, Verdad y Justicia, que partió del Monumento a la Madre al Zócalo de la Ciudad de México. Las madres buscadoras, quienes encabezaron esta protesta, lamentaron que el Estado mexicano no fortalezca las instituciones para la búsqueda de personas desaparecidas. Entre sus exigencias está que “sea quién sea el presidente o presidenta” se garantice seguridad a quienes buscan. En el marco del Día de las Madres este 10 de mayo, miles de familias y madres buscadoras protestaron del Monumento a la Madre al Zócalo de la Ciudad de México para exigir, por otro año más, búsqueda y localización de sus seres queridos. La Marcha de la Dignidad Nacional Madres buscando a sus Hijas, Hijos, Verdad y Justicia fue convocada por colectivos de todo el país que pidieron que la lucha que hacen por encontrar a sus desaparecidos no se politice pues la petición es la misma para “sea quien sea” la persona que llegue a la Presidencia de la República.
“Hijo, escucha, tu madre está en la lucha”, “si fuera tu hijo, también me dolería; si fuera tu hijo, también lo buscaría”; “la gente se pregunta ¿y estos quiénes son? Somos buscadores y buscamos con amor”, fueron algunas de las consignas que se escucharon a lo largo de la marcha. Los primeros contingentes partieron hacia Paseo de la Reforma alrededor de las 10:25 horas y el resto de colectivos se fueron incorporando mientras hacían un pase de lista, seguido por un “presente, ahora y siempre”, luego de mencionar los nombres de sus familiares desaparecidos. “¡10 de mayo no es de fiesta, es de lucha y de protesta!”, es la consigna que año con año las madres buscadoras repiten, recordando que llevan meses y hasta más de 10 años buscando a sus hijos y que en fecha como hoy no celebran. La plancha del Zócalo se llenó de lonas con rostros y datos de mujeres, hombres, niñas y niños desaparecidos, con fechas de apenas unos meses pero también desde 2008, 2012, 2016. Madres, hijas, hermanas y esposas que han protestado años para exigir que las autoridades hagan su trabajo y busquen, que el Poder Judicial, las fiscalías, trabajen, investiguen y encuentren.
En su pronunciamiento, las madres buscadoras recordaron que el pasado 21 de marzo más de 300 familias de personas desaparecidas anunciaron el inicio de un proceso de unificación “como respuesta a la profundización que se ha vivido en México en los últimos 17 años en materia de personas desaparecidas. Hoy, como parte de ese proceso, conmemoramos la lucha de las madres buscadoras; somos parte de una historia de largo aliento, solo hay ojos que no nos han querido ver”. A las personas que tengan información sobre dónde podemos encontrar a nuestros familiares les pedimos nos compartan esta información por los diferentes canales de los colectivos, hoy por nosotras para que mañana no tengas que salir tú a buscar a una hija o hijo. En nuestro país, este dolor atraviesa fronteras, sentimos mucho que la violencia de nuestro país detenga sus sueños”. De acuerdo con datos del Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas (RNPDNO) hay 116 mil 300 personas de quienes se desconoce su paradero. Frente a este panorama, la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ONU-DH) en el país, pidió a las autoridades locales ‘escuchar con atención y respeto a las madres buscadoras de personas desaparecidas.
A través de un comunicado, la oficina reconoció ‘la tenacidad y al amor que impulsa a las mamás que buscan a un hijo o hija desaparecido’, también expresó ‘su respeto y admiración a las hijas y los hijos’ de madres desaparecidas. ‘Para ellas y ellos, el Día de las Madres ha adquirido un significado distinto, que precisa de respuestas puntuales, tangibles, certeras e impostergables’. También alentó a las y los actores políticos que se encuentran en contienda electoral en los niveles federal, estatal y municipal, a ‘escuchar con atención y respeto la voz de las madres buscadoras’, para realizar propuestas e impulsar una política de Estado en materia de desaparición de personas. Al mismo tiempo, la ONU-DH recalcó que las madres buscadoras tienen el derecho a participar en los procesos de búsqueda, investigación, memoria y reparación, por lo que insistió en la importancia de incluirlas en todas estas etapas. “Reconocemos todos los esfuerzos que existen para fortalecer la articulación de las familias. Para una efectiva participación, resulta crucial garantizar plenamente los derechos de las madres buscadoras a la seguridad y al disfrute del más alto nivel posible de salud física y mental”.
La ONU-DH también se posicionó por rendir tributo a las madres que han perdido la vida sin localizar a sus familiares, y ‘particularmente a aquellas que fueron asesinadas‘. Además, anunció que este día acompañará a las actividades convocadas por las madres buscadoras, como lo hace desde hace más de diez años de forma ininterrumpida. Finalmente, lanzó una petición de empatía a la sociedad y a medios de comunicación para solidarizarse con estas personas que buscan a sus familiares y ‘acompañar, respaldar y cubrir de forma activa y respetuosa las distintas movilizaciones que se realizarán a lo largo del país‘. En un hecho inédito, la Arquidiócesis en México expresó su respaldo a las madres buscadoras en el país, quienes este 10 de mayo salieron a las calles a exigir al gobierno que atienda la crisis de personas desaparecidas en el país. Previo a celebrarse una misa en memoria de las personas desaparecidas en México en la Basílica de Guadalupe, la iglesia católica anunció públicamente que apoyarán a las madres buscadoras ante el gobierno, y en las exigencias para que sean escuchadas. .
“Si tenemos que sentarnos con ellas para mediar, nos sentamos. Con quien esté de presidente”, puntualizó el Monseñor Francisco Javier Acero. Por su parte, las madres buscadoras asistentes María Herrera Magdaleno, Jaqueline Palmeros y Verónica Rosas expresaron su gratitud por el recibimiento de la iglesia. Otros familiares de personas desaparecidas también se dieron cita y llenaron el auditorio con lonas de fichas de búsqueda de sus seres queridos. Respecto al 10 de mayo, Rosas, quien perdió a su hijo Diego hace nueve años en Ecatepec, advirtió que “para muchas madres no hay nada que celebrar”. Por su parte, las madres aseguraron que el movimiento es totalmente apartidista, sumado a que ninguno de los candidatos trae en sus propuestas nada referente a las desapariciones forzadas. “Es muy gratificante también que ahora nos volteen a ver, que sepamos que contamos con su apoyo. Algo que impulsa a las madres a seguir caminando, no es más que la fe, el amor y el deseo de saber qué pasó con nuestros seres queridos desaparecidos”, dijo Palmeros, quien busca a su hija Monserrat Uribe, desaparecida desde el 24 de julio de 2020 en la Ciudad de México. Lo anterior es solo una pequeña muestra del dolor que viven diariamente las mujeres que buscan a sus hijos de forma incansable, sin importar las condiciones climatológicas, riesgos o amenazas que les realizan los integrantes del crimen organizado.