El amante de Janis Joplin
David, el tonto del pueblo vivía enamorado de Carlota, quien ya estaba “apartada” por Rogelio, líder de los narcotraficantes de la localidad; al sacar su pistola, Rogelio, molesto por ver bailar a David y Carlota, recibe una certera pedrada en la cabeza de parte de David, muriendo instantáneamente.
A partir de ese momento, la tranquila vida de David se convierte en un acelerado ir y venir, huyendo de la anunciada venganza de los hermanos de Rogelio; de Culiacán a Los Angeles en donde es firmado por los Dodgers, por su recta de noventa y tres millas, contrato que pierde de manera casi inmediata por violar una de las cláusulas; paralelamente, de manera totalmente inesperada tiene la fortuna de encontrarse en un barrio sombrío con Janis Joplin, la Bruja Blanca, quien, como dice uno de los personajes “… Janis tenía esa costumbre, que de tanto en tanto buscaba obreros o raza de la calle para acostarse con ellos pues era bien alivianada,…”
Ese encuentro totalmente circunstancial y fugaz con Janis (I´m Janis Joplin, you can tell everybody you fuck Janis Joplin, y le indicó la puerta), al tiempo que lo convierte en “… el único mexicano que mató a la Bruja Blanca”, le provoca una gran obsesión por la rockera y decide que algún día habrá de casarse con ella.
Vuelto a Culiacán, entra en contacto con guerrilleros y con narcotraficantes, lo que ha de ocasionarle posteriores problemas y situaciones que lo llevarán a tener experiencias muy diversas, pero siempre con la idea inamovible de que habrá de regresar a Los Angeles para buscar a Janis, a quien siempre le será fiel.
Al llevarnos de la mano por las peripecias por las que atraviesa David, Elmer Mendoza nos acerca a una parte de la historia no muy lejana de México, en donde confluyen el movimiento guerrillero de los años sesenta del siglo XX, con las prácticas desde el gobierno para contrarrestarlo (etapa identificada con el nombre de Guerra Sucia) y el desenvolvimiento del negocio del narcotráfico con sus alianzas con las autoridades, preludiando los niveles de violencia y corrupción que asolan gran parte del país.
Más allá de que con El amante de Janis Joplin, Elmer Mendoza obtuvo el XVII Premio Nacional de Literatura José Fuentes Mares, el libro está escrito en un lenguaje coloquial lo que permite una lectura ágil y amena; buena puerta de entrada para explorar otros títulos del autor.