¿Qué nos deja la fórmula 1?
Redacción
La carrera ya terminó. No la presidencial, esa, ya está afinando sus monoplazas, Ahí la escudería de color guinda lleva la delantera y es, seria aspirante a llevarse la temporada 2022.
En realidad, nos referimos a la carrera de Fórmula 1 llevada a cabo el pasado domingo 7 de noviembre en el autódromo Hermanos Rodríguez enclavado en la Ciudad Deportiva de la CDMX y que encumbró a nuestro compatriota Sergio Checo Pérez en el pódium. En el olimpo de los pilotos.
Nada da más gusto que ver a un connacional triunfar. Se hincha el pecho y la patria se enaltece ante semejante proeza.
Pero mucho más gusto nos daría saber el resultado de la inversión pública aplicada a este evento que recibió a 370 mil personas entre nacionales y extranjeras y que gastó 63 mil millones de pesos.
Porque eso sí, de nuestro cuerpo policiaco ni hablar, vestidos en traje de gala y guante blanco, miles de elementos de la policía capitalina resguardaron el evento internacional, mostrando al mundo nuestra lustrada seguridad ciudadana. Esa misma que camina por las calles todos los días.
Según versión de Alejandro Soberón Curi, Presidente del gran premio de México, éste, fue todo un éxito. Es el mejor del mundo. Pero como cada año desde que ese espectáculo se celebra en nuestro país, además de la ganancia de particulares, nos hacemos varías preguntas; ¿Qué beneficio tiene la ciudad con esta actividad? ¿Qué derrama económica se genera y a quién enriquece el evento? ¿Cuál la ganancia para los habitantes de las zonas aledañas? ¿Hay alguna ganancia? Porque, no debemos de olvidar que cuando el ahora senador, Miguel Ángel Mancera, era Jefe de Gobierno en la CDMX, a las afueras de la Ciudad Deportiva, se construyó una pista para que los corredores que antes eran los poseedores intermitentes del espacio de 292 hectáreas, rindieran la plaza y dieran paso a los espectaculares autos F 1. Ahora miles de deportistas, se ejercitan diariamente entre el ruido de los autos que corren a sus costados, la emisión de gases de motores fórmula contaminante y los otros gases, los tóxicos, exhalados permanentemente de los respiraderos en el canal de aguas negras de Churubusco. Eso, sin contar con la permanente privatización de este espacio ecológico que llegó a ser uno de los pulmones de la ciudad y el más grande de América Latina
Redacción