LOS ADULTOS MAYORES EN MEXICO
De acuerdo a la OMS, las personas de 60 a 74 años son considerados de edad avanzada, de 75 a 90 años viejas o ancianas, y los que sobre pasan los 90 años se les denomina grandes, viejos o longevos. A todo individuo mayor de 60 años se le llamará de forma indistinta persona de la tercera edad o adulto mayor.
Se espera que para el 2050, según la misma OMS, el porcentaje de adultos mayores sea del 22% en todo el mundo, lo cual es una cifra bastante alta si consideramos que actualmente equivale al 12%.
En México vivimos una transformación demográfica sin precedentes: el envejecimiento de la población. Actualmente, hay aproximadamente 15 millones de adultos mayores de 60 años en el país, y se espera que esta cantidad siga aumentando en los próximos años. De allí la importancia de prestar atención a los retos que enfrenta esta franja de la población en México, y revisar las acciones tomadas en los últimos años para mejorar sus condiciones de vida.
Según estimaciones del Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia, el 16% de los adultos mayores en México sufre algún tipo de abandono y maltrato., así como enfermedades crónicas y diversas discapacidades.
Son uno de los grupos más vulnerables de la población. Reciben salarios sumamente bajos, (si es que conservan su fuente laboral), lo cual los lleva a hacerse, sin desearlo, dependientes de sus familiares. Al menos el 10% de los adultos mayores en México no reciben ningún tipo de ingreso, mientras que los que sí trabajan reciben menos de dos salarios mínimos. Aunado a ello, alrededor del 25% no está pensionada ni recibe ningún tipo de ingreso económico.
Las personas de 60 años y más son titulares de los derechos humanos reconocidos en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y de los ordenamientos jurídicos que de ella se derivan.
El Estado mexicano como autoridad garante de los mismos, debe generar mecanismos que garanticen que planes, programas, políticas públicas y cualquier trabajo que se realice para el pleno ejercicio de los derechos humanos de las personas adultas mayores, atiendan a los principios rectores que de manera enunciativa y no limitativa se mencionan:
Igualdad de oportunidades, participación, cuidados, autorrealización, dignidad, acceso a la justicia, enfoque de derechos y calidad de vida, enfoque de ciclo de vida y visión prospectiva.
Sin duda, hay, mucho por hacer, aún con los esfuerzos y programas de gobierno ya en marcha, por nuestros adultos mayores.